La crisis nos está afectando. Pero, ¿debería afectar a nuestro cuidado personal? Te contamos cómo alargar la vida de tus cuchillas de afeitar y así ahorrar un poco de dinero al final del año.
Tanto si eres hombre como mujer es muy posible que conozcas las maquinillas de afeitar. Si el uso que haces es muy poco frecuente quizá no lo hayas notado pero la verdad es que las cuchillas son muy caras.
Las maquinillas de afeitar
Las hay de un rango de precios muy amplio pero, por lo general, son bastante caras. Sobretodo las cuchillas de las marcas más famosas.
Si las que usas son las desechables quizá no tanto, pero las reutilizables tienen precios desorbitados.
Nuestros abuelos, y al menos el barbero de mi pueblo, han usado siempre las cuchillas de barbero. Sí, esas de las películas de terror. Un único y peligroso filo. Yo no me fío tanto de mi mismo como para acercarme eso a la cara.
Pero es gracioso, esos filos duran mucho más que los de mi maquinilla de afeitar.
¿El truco? El mantenimiento
Al final se reduce todo al mentenimiento que le des a la cuchilla. Habrás notado que cuando estrenas cuchilla nueva es un gustazo. De una única pasada consigues dejarte la cara (o las piernas, o lo que quiera que te afeites) como el culito de un bebé.
La segunda vez también funciona bien, pero ya no es lo mismo. Ha perdido filo y poco a poco irá a peor hasta que decidas reemplazarla por otra. Pero espera, no la tires todavía… ¡Te contamos cómo recuperarla!
Cómo afilar tu cuchilla de afeitar
Vamos a recuperar ese filo. Las herramientas que necesitas son pocas.
Así es, sólo necesitas la cuchilla a afilar y un pantalón vaquero. Sí, aunque sea tu favorito, tranquilo. No va a sufrir ningún daño.
El proceso de afilado
El proceso a seguir para recuperar tu preciada cuchilla es muy sencillo. Apoya el pantalón vaquero sobre alguna superficie firme y consigue un trozo de pantalón sin pliegues. Con extenderlo sobre una mesa o alguna superficie lisa debería ser suficiente.
A mí como mejor me funciona es cuando lo hago con un pantalón que ya llevo puesto. Me siento, flexiono la pierna y lo hago sobre el muslo.
Ahora ya tenemos la superficie lista. Coge tu cuchilla y en el sentido opuesto al que te sueles afeitar desliza la cuchilla. Siempre en la misma dirección.
No tienes que afeitar el pantalón, debes hacerlo en el sentido opuesto en el que te afeitas. Una vez hayas hecho unas 20 pasadas tendrás que girar la maquinilla de afeitar y hacer lo mismo en el sentido opuesto en el que lo estabas haciendo.
A continuación te dejamos un vídeo con la demostración. Perdón por la mala calidad, intentaré subir una versión mejorada más adelante.
¿Cómo funciona?
Las fibras del pantalón limarán las pequeñas imperfecciones que los pelos van produciendo en las cuchillas tras su uso. Unas 20 pasadas son suficientes para mantener tu cuchilla en perfecto estado durante un largo periodo de tiempo.
La primera vez que lo haces, no obstante, quizá debas dar unas cuantas pasadas más. Es un proceso rápido así que hacer 50 o 100 pasadas no debería costarte mucho más y te aseguras volver a dejar tu cuchilla como nueva.
¿Cuánto me ahorraré?
Eso depende de tu sensibilidad, de la cantidad de pelo (barba) que tengas y tu frecuencia de afeitado. Si tienes mucha barba y eres muy sensible seguramente acabes reemplazando las cuchillas antes para evitarte el sufrimiento que supone una cuchilla desafilada. En este caso, notarás un ahorro importante.
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